En una de las oportunidades que me ha dado la pesca de
comunicar sus momentos varias han sido las experiencias y buenas todas, pero
una que considero de las únicas fue participar como fotógrafo en el Octavo
Mundial de pesca de Pavón que se realizó en 2012 en el embalse Caruachi.
Imagínense lo importante para uno y su trabajo participar en
un evento de esta categoría, cuando logras compartir con pescadores de otros países
y además verlos sorprendidos por el escenario que representa caruachi. Vinieron
delegaciones desde España, México, Alemania, Portugal, Italia Francia, Croacia,
Suazilandia, Rusia y Venezuela. Todo avalado por la FIPS Federación
Internacional de la Pesca Deportiva y que según declaraciones de su presidente
fue el primer mundial para Suramérica. Bueno fueron 3 días de prácticas y 3 de
competencia si mal no recuerdo, todos intensos y llenos de actividad, en cada
bote se iban los 2 competidores más un juez, este no pertenecía a la mesa técnica
sino un representante de otra delegación y para este caso las reglas variaban a
las ya conocidas por mí de la avpp, en cuanto a la forma de pesar y de
presentar los peces.
Para casi todos los visitantes era una novedad lo cercano a
la ciudad de un lago con estas estructuras, no en solo caruachi, porque en los días
de practica varios visitaron el embalse de macagua. Me comentaron que para
ellos la pesca pasaba por una planificación con tiempo debido a las estaciones
y muchas veces la distancia a cada sitio, muy lejos en la mayoría de los casos.
“Uds. tienen el paraíso en el patio de sus casas”. Comentario para pensarlo y
tomarlo mucho para ti, pescador venezolano.
Al final casi al cierre, el equipo de México estaba en la
cima de los números, seguido por Venezuela, fueron momentos de mucha tensión por
lo que representaba un repunte de último momento por los anfitriones. Escucho
por radio cuando el equipo informa al capitán venezolano Facundo Cano que tienen
al final de la línea el campeonato. Emoción total. Recuerdo la cantidad de
personas, familiares y competidores venezolanos saltando de alegría. A poco
rato se ve la lancha venezolana a todo lo que daba, se baja Mario Marciales con
un Pavón grande, como de 4 – 5 kilos que fueron suficientes para borrar las
aspiraciones de los demás equipos. ¡Doy gracias a dios por permitirme vivir
estos momentos, valiosos para la historia y de experiencia para un amante de la pesca!!
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